sábado, 30 de junio de 2012

"Esos locos bajitos": Desmontando a Estivill

Ayer, día "mundial del sueño Feliz", mi pareja me regaló entradas para ver "Dos pájaros contraatacan", el concierto de Sabina y Serrat.  Mientras disfrutaba del concierto, fantástico, increíble, de estos grandes cantautores, iba tuiteando y retuiteando sobre #desmontandoaEstivill y sobre el concierto

Cerca de las 24:00, Serrat dijo que para variar, iban a cantar una canción bonita, la canción fue: "Esos locos bajitos"

No diré más en este post, es suficiente con escuchar la canción.

Gracias a mis hijos por enseñarme tantas cosas.  Gracias a Serrat y Sabina, por recordarme quienes son mis mejores maestros.


Sergio

PD: Al llegar a casa me incorporé a dormir en mi cama con mi mujer y mi pequeño Oroel, de 5 meses  ;-)

Saber mas:

Grupo  "Dia mundial del sueño Feliz" en FB
#desmontandoaEstivill
Desmontando a Estivill, Ibone Olza
En bebes y Mas

Serrat y Sabina.  Gira "Dos pájaros contraatacan"

domingo, 24 de junio de 2012

Diario de AC. Mamá no quiero puré, quiero comida

"Mamá no quiero puré quiero comida" la frase la decia llorando la hija de Nerea Terán, una mamá que participa en un grupo de facebook y me parece genial.

Lo malo es cuando la sufres. Y no me lo ha dicho el de 4 años, no. Ha sido el peque. Por la mañana solía pasar por la batidora manzana, a veces con pera y, a veces, con plátano, con zumo de manzana. Algunos días llevaba algo de retraso y el niño protestaba. Para entretenerle le daba un palito cortado de la manzana mientras me daba la vuelta y trajinaba con el menaje.

Pues después de 3 o 4 días en que del batido ha probado una o dos cucharadas y seguía protestando, me he dado cuenta. Quería manzana entera!!!!

Desde entonces, yo mancho mucho menos la cocina. Y estoy dejando madurar los plátanos porque eso, machacado con el tenedor (esmagado, que decimos aquí), se lo come muy bien. Podría alternar con pera, por aquello del estreñimiento, pero creo que no le gusta mucho.

Aprovecho para comentar que, de los atragantamientos iniciales hemos pasado a atragantamientos puntuales en los que se nota que controla mucho más. Si le doy un trozo de manzana grande, lo va cortando en trozos relativamente grandes que acumula en los mofletes, cual hamster, y los va royendo. Claro, alguno se escapa y se atraganta. Pero sin golpecitos en la espalda, ni agobios, ni ofreciéndole agua, él sólo los saca.
También que, al principio, para tragar el puré, se metía el dedo en la boca (el dedo, la mano, el codo,...) reproduciendo, a mi parecer, la succión del pezón, para poder tragar. Ya casi no lo hace.

Y también, me sirve para recordar que, mi primer hijo, no quería de ninguna manera ni la manzana ni la pera. Y, sin embargo, en mi desesperación, le ofrecí plátano, que aceptó encantado y ciruelas, pues era el tiempo. Con el plátano no hubo problema pero quizás, cuando se comía la ciruela entera, tenía ralladas en la tripa. Buscando consejo o yo que sé qué se me pasó por la cabeza, se lo comenté a la enfermera pediátrica en la revisión (no era la habitual). No cabe en el blog todo lo que me dijo. Que si era una inconsciente, que si en el papel (al llegar los 4 meses suelen darte una guía rápida de introducción a la AC) dice manzana y pera le tengo que dar manzana y pera, que si no le gusta que lo fuerce....

Ahora, después de unos cuantos años, creo que no hay que esconder nada ni al pediatra ni a la enfermera pero que, si vemos que carecen de empatía o de experiencia en la crianza, hay que ir con pies de plomo y evitar conflictos de difícil resolución (o muy sencilla si no nos importa mentir). Pero que, diga "el papel" lo que diga, cada niño es un mundo. Ahora, que suerte tienen esos que les tocan dialogantes y respetuosos los sanitarios pediátricos.

martes, 19 de junio de 2012

Diario de AC. Premio a la madre del año

Sí, sí, que me lo van a dar, vaya. Seguro.

Vamos, soy una super mamá. Pongamos por caso que el martes hago patatas para el menú del peque. El miércoles, aunque me quede alguna del martes, hago una nueva. Faltaría más. Para mi niño todo recién hecho. Pero, ojo, que si el jueves me quedo más de lo debido en el parque con ellos y llego a casa y no hay tiempo para preparar nada recién hecho, ¿Sabéis esa patata del martes que no valía para miércoles? ¿Esa? Pues oye, lo que no mata engorda.

Pero eso sí, soy muy limpia. Oye, que los niños tienen que estar aseados. Ya os he dicho que el mío se mancha un poquito...


... que ya me gustaría hasta poderle hacer una foto de esos momentos de gloria rebozada en papilla de frutas pero es que no tengo un dedo limpio con el que apretar la cámara.

Volvamos al lío. Que sí que soy la madre del año, relimpia. ¿Que se mancha el babero? Pues otro limpio, a la siguiente comida, que no estamos para tirar. Eso sí. De repente ves en tu tendedero cinco baberos junticos y dices "que moooonos". Y te acuerdas de dos más que has echado a lavar, y no encuentras otro limpio por ningún lado. Y te das cuenta de que tienes siete baberos. SIETEEEE! Y, entonces, coges el de la comida. Calculas que tiene una capa de un centímetro de judía verde con patata y algo de pollo. La capa es casi casi uniforme. Vamos, el engrudo de hormigón y esta papilla no los diferencias más que por el color. Y piensas... Qué más dá!! Si la monocapa esta hará de aislante de la humedad de la comida de hoy! Y oye, se lo pones. Mientras visionas cómo te hacen entrega del "Madre del año 2012!"...

lunes, 18 de junio de 2012

Diario de AC. Mamá hace alta cocina

Estoy a dieta. Sí, sí, a dieta. Pero no de esas de alcachofa, no. A dieta de lechón.

Me da mucha rabia tirar comida en los tiempos que corren. Y hombre, un poco de papilla al desagüe, no viene mal. Pero claro, toda, toda, no.

Si le he dado fruta, pues el trozo que sobra, me lo meriendo o almuerzo. Eso bien, más o menos sanote y rico. Si es fruta batida con zumo o chafada, pues bueno, si está fresquita....

Pero cuando ya estamos en hora de la comida, pues el mayor se come su verdura tal cual, pero siempre se deja un poco. Al pequeño se la chafo o la paso por la batidora. Y oye, lo que se dejan, se mezcla y voilá!!!! Ya sé lo que se siente comiendo "Vegetables a las dos texturas"

Que ya me perdonarán los chefs pero... donde esté el comerse un plato recién hecho de verdura ...

sábado, 16 de junio de 2012

Diario de AC. Atina marido

... que la noche es corta.

Pues eso. Que no hay día que acierte. Desde que come, pues unos días come más y otros menos. Un día come como dos cucharadas. En la comida siguiente hago para dos cucharadas para la comida y dos cucharadas para la cena y ese come como si no hubiera mañana, acaba con lo de hoy y lo de mañana, y tengo que ponerme a preparar más corriendo o... a improvisar.

¿Que hago como para alimentar a un ejercito? No falla. Ese día no quiere más que chupetear un poco la cuchara y vale.

Ha habido días que ha hecho sólo tomas de teta y un poquitín de comida. Y otros que no sé si ha tomado algo más que la teta de la noche y un par de chupetones durante el día.

El agua también es un tema entretenido. Hay veces que se pega unos tragos de agua tremendos. Además, a veces interrumpe la comida, bebe un montón de agua y continúa. He probado a hacerle las comidas más líquidas pero no, le gustan espesas.

Así que, lo que suelo hacer es presentarle el cuenco con la comida y el vaso de agua y él va eligiendo. Y luego llegamos a los momentos cómicos. Esos que como no sabes si tiene hambre, sed o ganas de teta, estás en la cocina con el vaso de agua en una, la papilla en otra y, como sigue protestando, te levantas la camiseta e incluyes la tercera opción en el menú. Oye, cada uno se complica la vida como quiere.

miércoles, 13 de junio de 2012

Diario de AC. ¿Antes o después?

He visto mil argumentos para ofrecer la alimentación complementaria antes de la teta y mil doscientos para hacerlo después. Madres tajantes, pediatras tajantes, matronas tajantes, enfermeras tajantes,... y también he visto madres y padres muy perdidos porque el pediatra ha dicho tajantemente que antes y la enfermera que después.

Como con el primero, sólo hacía una comida durante 2 meses y el resto del tiempo estaba tooooodo el rato a la teta, no tuve problema. Oficialmente yo le daba la AC antes. Pero, en realidad, había un rato, sobre las 5, que se había levantado de la siesta estando durante la que había estado enganchado a mi teta durante unas dos horas, y estaba tranquilo. Momento que yo dejaba todo, iba a la cocina y apañaba unas frutas. Solía tener el tiempo justo para dárselas y salir pitando a la calle. Así que no me preocupé nunca demasiado. Para mí, dar la AC después de la toma era impensable. Después o estaba dormirdo en brazos, o no quería soltarme o pedía más teta. Mis tomas duraban unas 22 horas.

Sin embargo con este, estoy preocupada (¿Qué esperábais?). Desde que empezó a comer, aunque sea un par de cucharadas, hace casi todas las comidas. Siempre hace comida, merienda y cena. A veces hace almuerzo y creo que depende más de si le ofrezco o no. Y el desayuno creo que no lo hace más porque no se da la coyuntura que porque no quiera. Come con ganas en todas y suele caer antes de las tomas. Más que nada que tengo que entretenerlo mientras preparo la comida para todos. Y, una vez que está preparada, los siento a comer a los dos. Y, a veces, tras la comida de cuchara, no quiere teta.
fuente: bebesymas

Las primeras veces que pasaron me agobié. Entendí que es cierto que dependiendo de cómo se ofrezca se puede terminar con la lactancia. Si, en vez de cuchara, se ofrece biberón de leche, termina y parece que tiene más hambre, si le ofreces más bibe no hay opción para la teta. Pero, sin embargo, veo que si la comida son frutas o verduras, no parece que eso ocurra.

Pero pronto ví que igual que hay dias que coge la AC con ganas y parece que se olvida de la teta hay otros que no la perdona. Que come su cucharada o dos y pide teta. Así que puede que simplemente esté experimentando y viendo qué le apetece más. Cosa que me parece estupendo.

Así que, a mí, quien me pregunte si antes o después, le responderé que según le vaya la organización. Que si es el niño el que decide y se le ofrece de todo no es importante. Si no "engañas" al niño para que coma más. Si no le persigues para que coma, él elegirá muy bien su menú equilibrado.

lunes, 11 de junio de 2012

Diario de AC. ¿Esto cómo se hace?

Os comentaba que había habido un clic. No sé si por empezar por los cereales, porque tocaba o porque mi hijo me vió muy necesitada de que probara algo más que la teta pero, el hecho, es que ya come.

Así como con el mayor, empezó por la merienda y estuvo casi 2 meses sólo probando alimentación complementaria una vez al día el segundo acepta encantado la comida siempre que se le ofrece. No sé si es porque estamos todos a la mesa y el hermano le motiva. O porque, simplemente, él es diferente y él funciona así.

Pero ¿esto era así? Se pone perdido las manos, la cara, el poco pelo que tiene. ¿Cómo lo lavo? Supongo que el mayor era tan mayor cuando empezó a comer que no recuerdo tener problemas para lavarlo. Simplemente lo ponía de pie en una banqueta y ya está. Este no, claro. Es un lechoncillo que tengo que sujetar bajo un brazo mientras con el otro intento lavarlo a él de arriba a abajo en el labavo. Y él se retuerce para agarrar los cepillos de dientes o cualquier otra cosa que no deba.

El primer día que me pidió el desayuno (Literalmente me lo pidió. Me llevó a la cocina y me señaló la trona) metió la mano en el cuenquito de la papilla, se la restregó por la cara y el cuerpo. Luego lo enganchó, lo empujó y así salpicó mi vestido, a mí misma, el suelo de la cocina, la trona y alguna cosa más. Comió con gusto dos cucharadas y dijo que ya no más. Sí DOS, DOOOS!!!! y tuve que echar su ropa y mi ropa a lavar, limpiar la trona, la cocina, el vaso de triturar, el cuenquito de la comida, la vara de la batidora... y luego, coge al lechón que se retuerce e intenta asearlo. Aiiiiis quien pudiera coger una manguera y arreglar todo rapidito...


viernes, 8 de junio de 2012

Diario de AC. Los cereales

Ya os comentaba en la entrada anterior que había pasado por un par de rachas de agobios por que no comiera o por no tener algo que poder ofrecerle si en algún momento yo tenía que ausentarme. Y opté por probar con los cereales del supermercado.


Lo que sé sobre los cereales es que suele ser uno de los primeros de los alimentos que nos recomiendan introducir en la consulta del pediatra. Sin embargo, los cereales como tal no son aptos para los bebés de menos de un año (Aquí viene la explicación).

Los cereales que consumen nuestros hijos "de farmacia" o "de supermercado" son cereales que han sido dextrinados e hidrolizados. Aquí explican cómo hacer tú misma una papilla de cereales casera en casa pero no sé si es suficiente para que los cereales sean digestivos.

El caso es que, el empezar con los cereales es cultural. Además, como venimos de una cultura de biberón es francamente sencillo añadir un cacito de cereales y pensar que estás empezando con la alimentación. Así que, ¿Por qué no dejar los cereales para después del año?

Luego tenemos el frente abierto del gluten. Hasta ahora se pensaba que bastaba con retrasar lo máximo posible la introducción del gluten para evitar intolerancias. Ahora sabemos que uno de los factores fundamentales es la lactancia materna.

Hasta ahora se empezaba con los cereales con gluten entre el mes 6 y 8 y, posteriormente, se empieza a ir añadiendo poco a poco cereales con gluten entre el mes 8 y 10.

Ahora sabemos que, es preferible, si va a terminar la lactancia materna, adelantar la introducción del gluten para que esta se produzca mientras el bebé tome el pecho.

Entonces, ¿Corremos algún riesgo si retrasamos los cereales para después del año y resulta que nuestro bebé se desteta antes o necesitamos hacerlo antes?

Por cierto, el día que llegué con los cereales, se los dí a probar. No los preparé con leche, lo hice con zumo ecológico de manzana. Le encantaron y, desde entonces, acepta probar tooodo tipo de alimentos. Son realmente sencillos de preparar y cómodos incluso para tener una comida "de emergencia". Pero, siempre tengo un pero, no me gusta. No me gusta darle un producto preparado químicamente. No me gusta correr antes que andar.

miércoles, 6 de junio de 2012

Diario de AC. Los agobios

Después de haber repetido mil veces a cualquier madre agobiada porque "su niño no le come" que el mío, hasta los 9 meses, no había probado más que fruta de forma ocasional, me agobio. Me agobio yo. Porque me pregunto si la forma en que ofrezco alimentación complementaria es correcta. Porque me pregunto qué pasaría si trabajara fuera de casa. Porque hacer cualquier cosa que suponga dejar al bebé con alguien es un periplo en que voy agobiada, sudando y corriendo para volver antes de que tenga hambre.

Cuando sólo tenía un niño, no había problema. Por aquel tiempo era fácil para mí encontrar a alguien que me acompañara con el bebé y lo entretuviera mientras yo hacía algo. Además, si salía nada más darle la toma sabía que tenía un margen de hora y media o dos horas para hacer algo. Ahora no. Con dos lo de salir nada más dar la toma es difícil y casi imposible. Y ya no tengo ese modelo de "guardaespaldas de madre lactante" que se podía quedar con el bebé fuera mientras yo hacía alguna cosa.

También creo que cuando la lactancia materna se combina con biberón, ya sea de leche materna o de artificial, estos agobios no existen. El niño toma leche y punto. Pero a mí, la artificial no me apetece y el sacaleches para momentos puntuales no me va bien.

Otro momento de agobios son las noches. Una serie larga de noches en con la teta fuera, dias en los que no me podía mover o pensar y un niño de 4 años que necesitaba atención, me tenía extenuada. Y, el hecho de que por el día apenas mamase o se tirase hasta 4 horas largas sin pedir teta me terminaron de desquiciar.

¿Por qué no mamaba durante el día? ¿Lo de la noche era mamar o chupete para dormir? ¿Estaba tan agitado por la noche por hambre?
FUENTE:http://www.codigopurpura.com.ve/

Aquí, también, me hubiera dicho desde fuera "tranquila, son rachas. Intenta descansar. No te preocupes tanto por el mayor. Pide a alguien que te eche una mano".  Pero ni estaba yo para calmarme ni tenía quien me echara la mano.

Así que, con todo esto, yo estaba agobiada "necesitando" que comiera algo. Manzana, pera, plátano, ... lo que fuera.

Por ese motivo me acordé de una amiga que ya me había preguntado "¿No les has dado nunca cereales? Les encantan!!! y son taaaan cómodos". Así que compré una caja de cereales sin gluten en el supermercado.