lunes, 3 de noviembre de 2008

El parto de Raquel y su hijo Oliver

Aunque han pasado unos meses desde que Oliver nació, fue el 19 de mayo de este año, me he decidido a contar mi parto porque he leído que, algunas no tuvistéis buenas experiencias en el Servet.

Para animaros a las que os toca proximamente os voy a contar el mío, del que tengo un gran recuerdo.

Yo no hice ningún plan de parto (entonces no sabía ni lo que era), pero me atendieron estupendamente.

Empecé con las primeras molestias la noche del 17 al 18, llevaba una hora en la cama y unas ligeras contracciones me despertaron, intenté dormir y ya no recuerdo bien si pude conciliar el sueño o no, pero no era por el dolor, todavía muy suave, si no por los nervios de saber que Oliver estaba ya cerca.

Sobre las 7 de la mañana seguían siendo leves pero constantes cada 8 ó 10 minutos, recordé que en la preparación al parto nos contó Mª Angeles que el agua caliente iba bien y relajaba y me dí una ducha larga. Tanto me relajé que las contracciones desaparecieron. Pasé toda la mañana a la espera con Nacho, el papá de Oliver y ya después de comer empezaron de nuevo, esta vez mas intensas. Empecé a respirar, hasta ahora no lo había necesitado y quería aguantar en casa el máximo tiempo posible, aunque claro, nunca sabes cuanto es, así que lo marcó el dolor, porque no tenía las contracciones muy regulares. A las 20,00 estabamos en el hospital, me dijeron en urgencias que todavía me faltaba, me estaba empezando a poner de parto, podía irme o quedarme en la planta sexta, como llovía bastante, decidí quedarme. En la visita me desanimé un poco, tenía que concentrarme mucho para soportar las contracciones y creía que me faltaba mucho por hacer, así que aguanté estoicamente pensando que al minuto siguiente no podía mas. Al subir así "tan verde" no me miró nadie, ni yo dije nada , estaba resignada a pasar la noche allí, pero a las 22,00 me vió una matrona en el pasillo, no se si fue mi cara o qué, pero decidió verme, menos mal, porque no estaba tan verde como me dijeron en Urgencias, me mandaron a dilatación enseguida,textualmente dijo: -llevas el utero como un chicle.

Ya en dilatación me prepararon, y me ofrecieron la epidural, decidí no preguntar nada a la matrona de lo que me faltaba o no, me rajé, en fin... en el siguiente no me pasará. El anestesista me dijo que en unas pocas contracciones notaría alivio, y no llegarón, a la tercera ya estaba empujando. De esto me alegro, porque pasé todo lo peor sin epidural y ya sé que se que cuando no puedes más, entonces sale, así que la epidural no sirvió de nada. Mi marido estuvo en dilatación, vio como aparecía y desaparecía la cabecita de Oliver en los pujos, y la matrona me animaba constantemente, no estuve mucho rato y enseguida pasé al paritorio, dos empujunes y fuera. Cogí a Oliver yo primera, disfruté de tenerlo un ratito y se lo ofrecí a su papá, que había estado conmigo todo el rato, disfrutando del parto. No se decir el tiempo que lo tuve conmigo, pero creo que fue bastante a juzgar por otras experiencias, tardaron muy poco en hacerle todas esas pruebas desagradables.

Nació a las 0h 07min, así que sólo estuve dos horitas en dilatación y en el paritorio, y ¡era el primero! pesó 3 kg justos y estaba estupendamente. Después estuve todo él rato con el en la sala de recuperación intentando que mamara, me costó varios días, pero ese es otro relato. Aunque hoy disfrutamos de la lactancia los dos. Casi no me pusieron puntos, sólo unos poquitos centrales internos. Así que también me libré de las horribles episiotomías. A la mañana siguiente estaba tan campante desayunando en la silla.

Del personal que me atendió, en particular la matrona, sólo puedo agradecerle lo bien que se portó en todo momento, aún recuerdo el tono en el que me animaba en los pujos: -Venga Raquel !!! Es morenito!!! Un poco más!!!...

Como veis, guardo un recuerdo muy bonito del parto, no se si se debe a que fue un parto fácil, a que tuve suerte con el personal, pero yo estoy muy contenta del parto que tuve.

Con esto quiero animaros a todas las que teneis que pasar por esto proximamente y deciros que también en Zaragoza se disfrutan de partos dignos y sobretodo respetados y espero que cada vez sean más.

Raquel

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Raquel, me alegro muuuucho de que tu experiencia en el servet haya sido tan positiva. La verdad es que te puedo asegurar que prácticamente todo el mundo que trabaja allí tanto en la sexta, como en dilatación-paritorio, ginecólogos, pediatras y matronas intentan ayudar y acompañar física y emocionalmente en el parto con respeto e información hacia la pareja y familia.